El burro le dijo al tigre:
- "El mar es verde".
El tigre respondió:
- "No, el mar es azul".
La discusión se calentó, y los dos decidieron someterlo a un arbitraje, y para ello concurrieron ante el león, el Rey de la Selva.
Ya antes de llegar al claro del bosque, donde el león estaba sentado en su trono, el burro empezó a gritar:
- "Su Alteza, ¿no es cierto que el mar es verde?".
El león respondió:
- "Cierto, el mar es verde".
El burro se apresuró y continuó:
- "El tigre no está de acuerdo conmigo y me contradice y molesta, por favor, castígalo".
El rey entonces declaró:
- "El tigre será castigado con 20 años de silencio".
El burro saltó alegremente y siguió su camino, contento y repitiendo:
- “El mar es verde, verde ”...
El tigre aceptó su castigo, pero antes le preguntó al león:
- "Su Majestad, ¿por qué me ha castigado?, después de todo, usted sabe que el mar es azul".
El león respondió:
- "Está claro, el mar es azul".
El tigre preguntó:
- "Entonces, ¿por qué me castigas?".
El león respondió:
- "Pues no tiene nada que ver con la pregunta de si el mar es azul o verde. El castigo se debe a que no es posible que una criatura valiente e inteligente como tú pierda tiempo discutiendo con un burro, y encima venga a molestarme a mí con esa pregunta".
La peor pérdida de tiempo es discutir con el necio y fanático al que no le importa la verdad o la realidad, sino solamente la victoria de sus creencias e ilusiones. Jamás pierdas tiempo en discusiones que no tienen sentido... Hay personas que por muchas evidencias y pruebas que les presentemos, no están en la capacidad de comprender, y otras están cegadas por el ego, el odio, el resentimiento u otros intereses ocultos, y lo único que desean es tener la razón aunque no la tengan.
Cuando la ignorancia grita, la inteligencia calla. Tu paz y tranquilidad valen muchísimo más.