VIAJE A LA INFANCIA
Hace poco tiempo tomaba café con un amigo y me
decía que a ver si averiguaba el origen de los mistos cachondos. Tarea gratificante
pues supone trasladarnos a la infancia de millones de niños de los sesenta y
setenta.
Cómo se escribe ¿mistos cachondos o mixtos
cachondos?
De las dos formas está bien escrito. Mistos, en
plural, es la palabra que utilizamos tradicionalmente para denominar a las 'cerillas' o 'fósforos'. Es una variante de mixto, cultismo tomado directamente del latín con el significado de mezclado.
¿Qué eran los mistos cachondos?
Unos diminutos artilugios de pirotecnia que frotándolos
o golpeándolos producían un gran estruendo. Algunos niños lo machacaban con una
piedra, otros incluso lo lanzaban al suelo y al pisarlo explotaban, los más
temerarios hacían otras cosas que mejor no relatar aquí. Estos mistos cachondos
producían
una serie de crepitaciones consecutivas y muy rápidas, y expulsaban minúsculas
chispas, dejando después un característico olor a pólvora quemada.
¿Cómo se llamaba a los mistos cachondos en otros
lugares?
Mistos Garibaldi, rasquetas, en la zona de
Sevilla son conocidos como mistotruenos y sobre todo “triquitraques” (será que
las crepitaciones nos recuerdan a los
golpes repetitivos y seguidos del triquitraque del tren).
¿Qué componentes tenían?
Eran porciones de fósforo blanco y sesquisulfuro de
fósforo, en una combinación que podía resultar letal si se deglutía. Durante
las fiestas de Sant Joan en Cataluña, en 1973, un grupo de niños pequeños
sufrieron una intoxicación que llevó a algunos a la muerte, tras haber ingerido
algunos de estos mistos.
¿Cuándo se prohibieron?
Se vendieron a mediados de los 60 y
posteriormente en los años 70. Aunque en el año 1963, su manufactura y
venta ya había sido prohibida, pero se seguían ofreciendo de forma clandestina
en las casetas y pequeñas tiendas que vendían petardos durante las fiestas,
unas ventas difíciles de controlar.
¿Y por qué mistos cachondos?
Está claro que la palabra cachondo es sinónimo
de burlón, divertido, bromista… y todo eso se podía conseguir si te hacías con
una tira de mistos cachondos, la diversión estaba asegurada.
FINAL
Espero que les haya gustado este recorrido por
uno de los juguetitos que utilizamos los niños de los sesenta en las calles de
los pueblos de Andalucía y en otros muchos lugares de España. Sin duda alguna,
lo mejor de la infancia es que cualquier cosa se transforma en una maravilla a
los ojos de un niño y la felicidad es absoluta, muy lejos de las preocupaciones,
problemas y responsabilidades que llegarán años más tarde cuando seamos
adultos.
Gracias , tenia ganas de información de los mistos cachondeos.
ResponderEliminarEn Estella/Lizarra (Navarra)
ResponderEliminarSe llamaban "pedorretas"