COSAS DE LA VIDA
“DOS VIEJAS SOLAS”
Eulalia y Gertrudis son dos ancianas octogenarias,
vecinas de Estepona, viven solas y además son vecinas. Eulalia se quedó viuda
hace quince años, sus cinco hijas se repartieron la herencia cuando falleció su
padre, a pesar de que la mitad de los bienes eran gananciales y le pertenecían,
pero la actitud dictatorial de su difunto marido y la desfachatez de sus cinco
hijas la dejaron sin nada de una
cuantiosa herencia cuya mitad le pertenecía legalmente. Ahora vive en un piso,de
prestado, propiedad de sus hijas, pero ella de su paguita de viuda debe pagar
basura, contribución etc. Gertrudis está viuda desde hace diez años, tiene
varias pagas y hace algún tiempo hizo testamento a favor de una sobrina, pero
está sola, enferma y nadie quiere quedarse con ella. Para evitar la soledad,
cuando llega la noche, intenta acomodarse en la casa de algún vecino pero todos
declinan la visita, solamente consigue entrar en casa de Eulalia. Gertrudis,
que tiene genio militar, acecha continuamente la casa de Eulalia y en cuanto siente
la llave en la puerta, Gertrudis se planta en casa ajena con pijama incluido y
de allí no la mueve ni la guardia civil. Eulalia está harta, pero le da pena y
soporta como puede a su vecina, ambas están solas y se dan compañía mutuamente.
Ninguna de las dos puede tirar ya de sus cuerpos, los años y la enfermedad han
hecho mella, andan como perros vagabundos buscando la mirada de alguien que les
haga caso y les procure consuelo o compañía.
Esta historia que cuento con nombres cambiados es real
como la vida misma, podría hacerse incluso un sainete, pero da pena llegar al
ocaso de tu vida y encontrarte en esa situación, ya ni siquiera importa tener
una buena posición económica para que te saqueen y te dejen literalmente sola
tus propios hijos.
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