DURMIENDO EN LA CALLE

El último romántico

Muy personal

Un hombre duerne en Plaza de las Flores

Como cada sábado desde hace 17 años me levanto sobre las 7.30 de la mañana para acudir a la radio y alegrar las mañanas del sábado con mi programa de música andaluza "Canela en rama". Ha estado toda la noche lloviendo a mares e incluso un pequeño tornado ha azotado con virulencia alguna zona del pueblo. Pero mientras escuchaba llover desde la cama, no  he podido evitar acordarme de un hombre, ya mayor, que desde hace una semana,  duerme  en la Plaza de las Flores de Estepona.

Barrio El Cristo, sábado 7.45 (17.11.2012)

Me levanto, me visto y despejo la cara con un poco de agua fría, agarro con cariño mis discos, busco un paraguas y al trabajo. Antes de ir a la radio, me gusta disfrutar de una Estepona solitaria, sin ruido,   sin apenas tráfico y donde solamente se ve, algún gato callejero y los que acuden bien temprano a las cafeterías, unos recién levantados y otros, que todavía no se han acostado. Voy al barrio del Cristo y a la calle Figueroa para hacer unas fotos, y a continuación camino hasta la Plaza de las Flores, subo a la radio a preparar el programa y después bajo a desayunar con mi compañero José Joaquín, es el ritual de cada sábado.
Pero hoy sábado, hay alguien más, un indigente de unos 70 años, mediana estatura, barba de varios días y escuálido como un lenguado,que lleva una semana durmiendo en el frío suelo de la Plaza de las Flores. 

La noche ha debido ser muy larga, pues el agua no ha dado tregua y no ha parado de llover.

Tiritando de frío, sábado 17.11.2012 (9.30 horas)

A las 9.30 más o menos, me asomo al balcón de la radio y observo como el hombre se levanta, aterido y tiritando de frío, la manta que lo cubría está empapada, toda su ropa está chorreando y el hombre no sabe qué hacer. En esos momentos maldigo en mis adentros a todos los golfos e hijos de puta que nos han traído esta puñetera crisis, esta ruina que parece no tener fin y despotrico contra todos aquellos ricos que no hacen nada por paliar la situación de penuria de los más débiles. La gente generosa suele encontrarse entre el pueblo llano, en los que menos tienen. Siguiendo con el relato, al poco se acerca una extranjera y le da dinero al sin techo, para que vaya a tomarse un café y pienso que hay que procurarle inmediatamente ropa y algo caliente, así que nada más comenzar mi programa "Canela en rama", cuento lo que he visto y la respuesta de mis oyentes es inmediata, pues enseguida me llaman unas siete personas, que están preparando ropa casi nueva para traérsela: cazadora, pantalones, camisas, zapatos, calcetines etc.

También llama un oyente (fuera de antena)que se ofrece a pagarle una semana de pensión y comprarle toda la ropa nueva que haga falta. Acuden varias personas como Juan, Miguel Ángel, Antonio ... gente con una cara de buenas personas que me emocionan, porque ese hombre que duerme al raso, podría ser el padre de cualquiera de nosotros. Sobre las once de la mañana sale el sol, el astro rey siempre sale después de una tormenta y oteo desde mi privilegiada atalaya que este hombre ha recobrado el resuello, está en una recachita de la plaza comiéndose un bocadillo, bien abrigado con la ropa recibida y fumándose un pitillo que debe saberle a gloria después de la nochecita y manta de agua que le ha caído encima.

Durmiendo bajo la luna, el sol y la lluvia

A mí, la situación que le ha llevado a estar así, no me importa en absoluto, no sé si fue el alcohol, las drogas, la soledad, el trabajo, la falta de afecto, su mala cabeza, me da igual, en esas circunstancias no estamos para juzgar sino para echar una manita. 

Desgraciadamente son cientos los que duermen en las calles y rincones del cualquier ciudad de España, y somos muchos los que pasamos por su vera y en muchas ocasiones, ya ni miramos, pero cualquiera de nosotros podríamos vernos en esa situación que ahora nos parece imposible, también nos parecía imposible perder nuestro trabajo y nuestra casa y miremos lo que está pasando.

Hoy sábado, la buena gente y la radio han hecho un trabajo extraordinario, no es la solución evidentemente, pero mañana Dios dirá.

Nota: Las fotos las he realizado para que tengan constancia de lo que cuento, pero sin invadir ni atentar contra el derecho a la intimidad de esta persona, a pesar de encontrarse durmiendo en un lugar público como la Plaza de las Flores.