A UN AMOR PLATÓNICO
Nunca te lo
he dicho, pero cada mañana me levanto exultante pensando en ti, especialmente
en tu olor y ese calorcito que desprende tu hermoso cuerpo. Tu cintura se
acopla a mis manos, como si te hubiesen hecho amor de arcilla para mis manos de alfarero, que diría Pablo
Neruda. Nunca te lo dije, pero solamente pronunciar tu nombre consuela a mi
pobre corazón y cada mañana te espero impaciente y ardiendo en deseos de tocarte
y abrazarte. A la hora que el gallo anuncia el nuevo día, ya estoy soñando con
tenerte de nuevo entre mis brazos. Eres ardiente, fogosa y crujiente como
pocas, que alegría haberte conocido. Cuando llega la hora convenida, muchos llegan
exhaustos intentando conquistarte primero; pero al final tú decides que conmigo
estás en las mejores manos. Eres pequeña, coqueta y de cinturita estrecha, te
gusta sentirte deseada y querida por todos, aunque al final tú y yo, estemos
hecho el uno para el otro. Solamente con nombrarte, una corte de huéspedes te
rendirán pleitesía y bostezarán sorprendidos, soñando con acariciar cada
pliegue de tu talle. Amor mío, no sé si te lo he dicho alguna vez, pero en
todas las relaciones hay algo que chirría y cruje. Siento en el alma que algunas
veces te hayas puesto dura conmigo, especialmente después de un largo día sin
hacerte mucho caso, pero al siguiente amanecer llegas renovada y con ganas de
ser mía de nuevo.
Que a gusto me siento contigo en la playa, pues aunque, no pueda apartar la vista de otros cuerpos serranos que se pasean junto a la orilla, no dejo ni un instante de pensar en ti y en el momento de hincarte el diente; tu magnetismo y tu fragancia es tan embriagadora que solo quiero devorarte a ti.
Que a gusto me siento contigo en la playa, pues aunque, no pueda apartar la vista de otros cuerpos serranos que se pasean junto a la orilla, no dejo ni un instante de pensar en ti y en el momento de hincarte el diente; tu magnetismo y tu fragancia es tan embriagadora que solo quiero devorarte a ti.
Hubo otras
mujeres en mi vida: Natalie, Amelie, Ninette, Geraldine.. pero ninguna ha sabido
conquistarme como tú, estás hecha a mi medida, cariño mío sabes darme lo mejor
de ti, eres un manjar exquisito reservado a los paladares más exigentes, como
anuncia esa publicidad tan cursi de algunos restaurantes. Solamente tú sabes
cuánto te quiero. Lástima que lo nuestro
sea un amor imposible como lo fueron Romeo y Julieta o los Amantes de Teruel, hay
un obstáculo insalvable en nuestra relación de amor intenso y verdadero. Amor
mío, siento decírtelo pero eres un símbolo en Francia y los franceses me caen
mal, adiós para siempre, querida BAGUETTE.
Nota: Y ahora si repasan de nuevo el texto,
verán que todo encaja y coincide con mi amada compañera de cada mañana, una
baguette calentita que impregnada de aceite de oliva es un manjar digno de los
dioses.
(Autor: JuanMa Herrera)
No paro de reírme, al principio te quedas alucinado y luego cuando ya vas llegando al final , notas algo raro en la historia, pero claro cuando lees las ultimas frases es que te meas de la risa.
ResponderEliminarFelicidades Juanma. Buena historia para un cortometraje. Saludos del equipo de www.jvlvideo.com